domingo, 13 de abril de 2025

Hace tiempo que no escribo como me siento. 
Sentarse a escribir, nunca ha sido difícil para mi, siempre que estaba desbordada. 
Esta vez, lo admito, no lo estoy pero siento que debo desahogar algunas partes de mi que hace tiempo que no hago. 

La vida ha dado muchas vueltas, tal vez, demasiado. Para ser honesta, no recuerdo un año tranquilo en el que la vida a mi, me cambiará radicalmente o a las personas de mi alrededor. Como diría Maslow, la piramide de las necesidades del todo nunca se cumple. Sin embargo, hay un tema que siempre me persigue este o no mejor y es las sensación de soledad permanente que habita en mi, incluso aun estando rodeada de gente. Supongo, que de eso trata realmente la soledad y no de vivir aislada en la montaña completamente. 

Han cambiado tanto las cosas los últimos años, que no se por donde empezar. De Pineda a Palafolls, de Palafolls a Barcelona ciudad, de Barcelona a Londres, de Londres a Pineda, de Pineda a Sant Genis de Palafols. Sí, quién lo diría que viviría en el pueblo que siempre he odiado, donde me he criado pero esta vez en la montaña, en una mobil home, con 3 perros, 3 gatos trabajando de terapeuta, medium evidencial, dando formaciones online y acabando la carrera de Psicología. Supongo que como me dijo mi madre hace unos días: " tu vida nunca ha sido normal, ni siquiera lo eras de pequeña." Tal vez va siendo hora de que deje de sorprenderme, pero la vida es así de caprichosa y siempre quiere más de mi o yo quiero más de ella.

El shock post traumático no fue poco, llego la ECM, cvid persistente, un sin fín de sintomas que podrían haberme dejado en un hacke mate mental tremendo, pero para mi sorpresa, tengo la cabeza mejor que nunca y siento como si por fin hubiera encontrado mi propósito. En cierta manera, tal vez, debería dar gracias a la enfermedad, porque a veces crecen flores desde el asfalto y no todas las historias interesantes empiezan con una anécdota feliz, algunas nacen del derrumbe y del lodo. 

Y aunque sienta soledad, me siento más en mi que nunca, me siento más conectada y conectada a todo aquello que ignoraba completamente por miedo a sufrir y era lo que más me perturbaba: mis emociones. 

Siempre queriendo escapar de ellas maldita. Que si porros, que si alcohol, que si relaciones tóxicas, amistades vacías, mudanzas sin fin, buscando algo que no existe. Buscandome en el fondo (a mi?)